miércoles, junio 28, 2006

El hilador de sensaciones



Peter Handke
Ensayo sobre el jukebox
Traducción de Eustaquio Barjau, con la colaboración de Susana Yunquera
Título original: Versuch über die Jukebox
Alianza tres, 1992. 135 páginas
ISBN 84-206-3266-X

La tarea del a veces polémico escritor austríaco Peter Handke es aprehender imágenes con el sentimiento y poner las palabras que correspondan a esas imágénes (p. 116). Y a esto es precisamente a lo que se dedica en este Ensayo sobre el Jukebox, que es en parte un ensayo sobre los jukebox como lugares de encuentro entre extraños y como una forma peculiar y especial de entender la música, y en parte un ensayo sobre el proceso de escribir el propio ensayo. La obra tiene un interés especial para el lector español, pues transcurre en Soria, una de las más pequeñas y frías capitales de provincia de España. A algunos les fascina la imagen final de la obra: Peter Handke único cliente de un improbable restaurante chino en Soria, momento en el que "era realmente ahora y no antes cuando él se había marchado de allí donde procedía". Es bien conocido que Handke es seguidor del Numancia, el club de fútbol de la localidad...

El lector sabrá perdonarme una nota personal, pues no quiero dejar de recordar, ahora que en el País Vasco comienza un proceso generalizado de pelillos a la mar, que mi ejemplar de este libro fue comprado en la librería Lagun, de San Sebastián...

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lunes, junio 26, 2006

Property and propriety

Mark Rose
Authors and Owners: the invention of copyright
Harvard University Press, 1993. 176 pp, paperback
ISBN 0-674-05309-5

Los conceptos de copyright y la propiedad se fijaron, tal como los conocemos actualmente, en Inglaterra entre 1710 (fecha de promulgación del Statute of Anne) y 1774 (fecha de resolución del litigio Donaldson vs. Beckett). Se trata de una cuestión compleja, en la que se mezclan cuestiones económicas (la imprenta se había inventado hacía poco, y comenzaba la industria editorial), de estilo y teoría literaria (¿quién es el "autor" de un libro?, ¿cuándo es un texto "original"?) e incluso morales (una vez ha vendido su obra a un librero, ¿tiene el autor derechos morales sobre cómo ésta se difunde?). Todas estas cuestiones eran las que se dirimían entonces, en un debate donde nada es lo que parece. Por ejemplo, el movimiento que defendía un derecho de propiedad a perpetuidad del autor sobre sus obras, lo que buscaba en realidad era perpetuar la propiedad perpetua del librero o impresor, a los que los autores solían vender sus obras.

Mark Rose nos guía por los vericuetos jurídicos de este debate, y nos muestra (de la forma más amena que permite el tema, de por sí complejo y abtruso) cómo se fue fijando el concepto de propiedad intelectual. Para quien le interesen estos temas y sepa algo de inglés, puede ser una buena introducción (aunque no forma parte de la bibliografía canónica sobre el tema). Dicha propiedad, por lo que alcanzo a entender, no es tal, pues en la mayoría de las ocasiones un autor está influenciado por otros, y resulta difícil, si no imposible, determinar quién tuvo la idea "original". Todo lo que podemos hacer, for the encouragement of learning, es premiar a los autores por su esfuerzo con un derecho de copyright temporal sobre sus obras.

El interés del estudio histórico del copyright reside en que, a este respecto, estamos ahora en una situación similar a la de la Inglaterra del XVIII. En aquel momento, la posibilidad de que un impresor pudiera realizar gran número de copias de una obra literaria a un precio razonable transformó radicalmente el concepto de propiedad intelectual. Hoy en día, cualquiera puede realizar tantas copias como desee a un precio prácticamente nulo de cualquier libro, disco o película. Por tanto, es probable que en los próximos años asistamos a la transformación del concepto de propiedad intelectual...

miércoles, junio 21, 2006

Play poker

Paul Mendelson
Texas Hold'em Poker. Begin and win
Elliot Right Way Books
ISBN 0-7160-2172-2

Lo que tenemos aquí es una introducción a la variante más entretenida del segundo deporte puertas adentro practicado en Estados Unidos: el póquer. La variante Texas Hold'em se juega con dos cartas ocultas por cada jugador, y cinco cartas sobre la mesa. Tu combinación es la mejor que puedes hacer con las cartas que hay sobre las mesas y tus propias cartas.

Tras describir y fijar las reglas del juego, el autor nos da consejos para dar los primeros pasos en el juego, y no ser desplumados en juegos con dinero (cash games) o saltar a la primera de cambio en los torneos (tournaments). Y aunque no tiene el prestigio del ajedrez, el juego intelectual por excelencia, y la victoria depende tanto de la suerte como de la pericia del jugador, el póquer nos enseña algunas cosas. Por ejemplo, a valorar al adversario y saber explotar sus debilidades. Sin piedad. O que quien gana al final no es quien confunde la audacia con la temeridad, sino aquel cuya ambición es tan fuerte como para vencer el tedio y la angustia de tirar mano tras mano de malas cartas. Y cuando llega la buena mano, con sangre fría y semblante impenetrable, dar el golpe maestro.

domingo, junio 11, 2006

En socorro del vencedor

Josep M. Huertas
Una historia de 'La Vanguardia'
Angle Editorial, 2006. 253 páginas.
ISBN 84-96521-17-6

La Vanguardia es uno de los diarios más importantes, y a la vez más atípicos, de la ciudad de Barcelona. Fue fundado en 1881 "por Carlos y Bartolomé Godó", dos hermanos de una familia de industriales textiles de Igualada, como plataforma de apoyo al Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta. Ya a principios del siglo XX se fue consolidando como uno de los diarios más importantes de Barcelona. Su línea editorial ha estado siempre caracterizada por ir en socorro del vencedor, dentro de un posicionamiento ideológico lo más conservador y monárquico que permita el momento (con la excepción de los años de la Segunda República, en los que la familia Godó no tenía poder de decisión sobre el periódico). Algunos de los directores de La Vanguardia más significados Han sido Luis de Galinsoga (furibundo franquista al que tanto debe el nacionalismo catalán), Ibánez Escofet (el que tenía en su despacho una botella de Ron Pujol y un paquete de café Soley, para que nadie se llamara a engaño), Juan Tapia (filosocialista), Luis Foix y José Antich (autor de una biografía casi autorizada del Patriarca Pujol, El Virrey). El que La Vanguardia haya celebrado efusivamente el cumpleaños de Hitler, haya sacado una foto a toda página de la mujer e hija de Franco cada día de la Virgen del Carmen, y sea hoy en día la plataforma del nacionalismo catalán dentro de un orden es toda una metáfora de la evolución de (una parte) de la sociedad catalana. Otro hecho diferencial del diario es, prácticamente desde su fundación, el "mal rollo" permanente entre los redactores (y a veces los directores) del diario y la propiedad.

Todo esto, se explica en esta obra de Josep Maria Huertas Clavería, uno de los más conocidos periodistas de Cataluña. El libro tiene carácter de "no autorizado" (quien les habla no ha sido capaz de encontrar una reseña de este libro en La Vanguardia), y es lógico que sea así. En cierto modo, se trata de una historia 'política' de La Vanguardia, centrada sobre todo en la personalidad de sus diferentes directores, o de algunos articulistas significados, como Gaziel, y la relación de éstos con los Godó. Es significativo que un libro de estas características aporte material nuevo (no existía hasta ahora un listado de todos los directores del diario), lo cual muestra el estado de la historiografía catalana actual. O, también, el escaso sentido del humor y falta de espíritu deportivo de la familia Godó.

miércoles, junio 07, 2006

Esplendor y nada

Félix de Azúa
Esplendor y Nada
Leqtor. 2006. 277 páginas.
ISBN 84-935020-0-3

Entre 1997 y 2002, Félix de Azúa estuvo al cargo de la columna de opinión que aparecía los miércoles en la contraportada de EL PAÍS. En esos breves artículos, calificados por algunos de poemas en prosa, Azúa describía la realidad circundante con la mirada del artista y el rigor del académico. Hoy por fin tenemos la oportunidad de ver compiladas esas columnas en este volumen. No ha pasado demasiado tiempo desde que se escribieron (en alguna ocasión se nos tiene que recordar el contexto) así que no pueden ser juzgadas aún con perspectiva, pero por ahora le van ganando la batalla al paso del tiempo, el mayor adversario del artículo periodístico.

Para los que leímos las columnas en su momento, ha sido un placer recordar algunas piezas memorables: la expedición a Sanlúcar de Barrameda (p. 49) y el asombro del articulista ante Cabeza de Amo (p, 220). Y también ha sido grato recuperar algunas que no leímos, o pasamos por alto en su momento, como las conversaciones de Gustav Janouch y Kafka (p. 210) y la glosa del obrero de la construcción (p. 242).

Los que no leyeron las columnas de Félix de Azúa pueden comprobar gratuitamente si son de su agrado o no. Visiten su blog, actualizado los días laborables. Lo que allí verán es algo inferior al contenido de Esplendor y Nada (no es lo mismo escribir cada semana que cada día), pero también muy estimable. Y si les gusta, háganse con el libro. Vale la pena.

Dos últimas cuestiones marginales. El solapista del libro debería saber que Azúa es catedrático de Estética de la Universidad Politécnica de Catalunya (y no de la omnipresente Universidad de Barcelona). Y finalmente, quisiera que alguién me explicara cuál es la tarea de don Lluís Bruch, corrector de estilo, en este libro. De nada.

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sábado, junio 03, 2006

Chocolate amargo

Mirjam Pressler
Bitterschokolade
Langenscheidt - Goethe-Institut. 110 páginas
ISBN 3-468-96702-0

El aprendizaje de un idioma requiere a veces tener que leer libros como éste. Un vocabulario escaso (que al estudiante de alemán se le hace enorme, claro), capítulos cortos, y un tema del que todo el mundo pueda más o menos decir algo (en este caso, el consuelo que ofrece la comida a las adolescentes con problemas, la iniciación de las adolescentes a la vida, etcétera). Hace años tuvo un papel similar en la enseñanza del catalán el mítico mecanoscrit del segon origen. En todos los hogares catalanes con niños había un ejemplar de ese libro...

Podría ser peor, pero molesta un poco que todos los tíos del libro sean unos capullos. Como en el anuncio de Neutrex Oxígeno.

Estudiando en el Instituto Benjamenta


Robert Walser
Jakob von Gunten
Barral Editores. Series de Rescate - Biblioteca de Rescate 3. 1974. 152 páginas.
ISBN 84-211-0703-8
Traducción de J. García Hortelano y C. B. Agesta
Prólogo de Walter Benjamin, y seguido de El sueño del calígrafo, de Roberto Calasso.

Jakob von Gunten es un alumno (el último) del Instituto Benjamenta. En el Instituto no hay mucho que hacer, pues los profesores están dormidos, o muertos. Sólo el profesor Benjamenta y su hermana enseñan el arte de la servidumbre y ser un cero a la izquierda. Y Jakob no es precisamente el alumno más aplicado: infringe con frecuencia el reglamento, se queja amargamente de no tener dinero ni tabaco y no estudia con el tesón de us compañero Kraus. Pero, mientras el Instituto va decayendo a ojos vistas, Jakob no deja de ganar consideración frente a sus maestros. Así que Jakob aplica las habilidades que ha aprendido en el Instituto con la hermana del profesor Benjamenta, y finalmente con el propio profesor Benjamenta.

Ésta es sólo una de las posibles lecturas (de hecho, de las más superficiales) que pueden hacerse del Jakob von Gunten. De hecho, Roberto Calasso hace una interpretación mucho más elaborada, que los editores incorporaron al final del libro. La escritura de Robert Walser tiene un aire oracular que permite al lector crear su propia obra de arte. Walser escribe en párrafos de dos a cuatro páginas (al parecer, fruto de un día de trabajo y sin corregir nada), en los que las ideas no siempre se enlazan siguiendo las leyes de la lógica, haciéndonos sospechar que existe un sentido oculto en el texto. En todo caso, la obra de Walser, quién confesó una vez a su amigo C. Seelig que "era un cero, y quería ser olvidado", va ganando seguidores e importancia con el tiempo.