martes, mayo 27, 2008

Puertas abiertas

Inmigrantes. Tu país los necesita
Philippe Legrain
Traducción de Jorge Paredes
Intermón Oxfam Editorial, 2008
ISBN: 978-84-8452-531-8
312 páginas



Quienes, como buenos nacionalistas etnocentristas, teman ver las cristalinas esencias de su pureza enturbiadas por los que llegan de fuera; quienes asuman que los inmigrantes vienen a robar (costumbre ésta nada española según Manuel Pizarro); quienes piensen que arriesgar la vida para sobrevivir en nuestra sociedad es algo propio de vagos y aprovechados, no estarán interesados en este estudio pormenorizado sobre el impacto (extraordinariamente positivo, según demuestra con profusión de datos el analista económico Philippe Legrain) de la llegada de inmigrantes a las economías ricas, así como en los países de los que esos inmigrantes proceden. Sin embargo, es a esas personas a quienes la lectura de Inmigrantes podría ser de más utilidad. Con una verdadera avalancha de datos contrastados y objetivos, pero sin olvidar la cara humana de quienes tratan de ganarse la vida en zonas del planeta más favorecidas que la que les ha tocado en suerte, Legrain destapa muchas de las hipocresías y mitos de un tema sobre el que, con conocimiento o sin él, no se deja de dar vueltas. Sin caer en absoluto en el paternalismo, el autor llega a abogar en esta documentadísima obra por la plena liberalización de la inmigración y la total supresión de los crueles e ineficaces controles de entrada de inmigrantes, los cuales, por el mero hecho de serlo, no son ni buenos ni malos.

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miércoles, mayo 21, 2008

Pasión de cámara


On Chesil Beach
Ian McEwan
Vintage 2008
ISBN 9978-0-09-951279-0
166 páginas



Siempre es muy gratificante leer una obra maestra, pero, a mi entender, lo es más, si cabe, cuando esa obra maestra ha sido escrita en la actualidad y su autor puede regalarnos más joyas en los próximos años. Ian McEwan, seguramente el narrador de mayor talento de la magnífica generación de novelistas británicos de la que forma parte, vuelve a dar la campanada. Después de la imprescindible Expiación (todavía no he leído Saturday), McEwan nos ofrece, como si tal cosa, una maravilla de 166 páginas (a veces no es necesario que nos tiren a la cabeza juguetes de 667 páginas), suficiente para dar una excepcional lección de literatura. No es fácil quedar atenazado por los miedos, los nervios, los anhelos, los amores, la ira o el rencor de unos personajes, y eso es exactamente lo que hacen las palabras delicadamente escogidas por este maestro de la narrativa. On Chesil Beach relata la situación límite a la que llega una pareja de recién casados en una catastrófica noche de bodas, y lo hace de tal modo que el lector, además de ejercer de voyeur hasta ruborizarse, penetra en las mentes de cada miembro de la pareja, y es capaz de llegar a comprender dos reacciones tan encontradas. ¿Sería concebible el amor de pareja únicamente espiritual? No contesten antes de leer la novela. El apabullante diálogo nocturno en la playa, junto a la descripción de toda la escena, es de lo mejor que he tenido la fortuna de leer en los últimos tiempos; y es precisamente por eso por lo que no me parece muy acertado el título de la edición en español, la cual omite la preposición "en" dejando simplemente Chesil Beach, omisión que no refleja, creo, que no es la historia entera la que sucede en esa playa, sino algo especialmente importante dentro de esa historia y que el autor quiere resaltar. No se han tirado un millón de ejemplares y es un libro poco voluminoso, pero es, en cambio, inolvidable.

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