miércoles, noviembre 29, 2006

Una sátira contemporánea

Juan Abreu
Rebelión en Catanya
Edición abierta, disponible en emanaciones, el weblog del autor.

En el siglo XIX y principios del XX, el panfleto satírico era un arma política de primera magnitud. Eran épocas desprovistas de medios de comunicación audiovisual, en las que la propaganda política (que incluye necesariamente la mofa del adversario, así como la propia: han de hablar de uno, aunque sea mal) debía confiarse a la palabra escrita. Rebelión en Catanya es un intento de resucitar el género en el siglo XXI. Narra los sucesos ligados a la liberación de los catanyos del yugo de los espalos, liderados por Tarat Rubéola, lider del Partido Independentista de Catanya. Al fin, Catanya ha alcanzado la Independencia, la Identidad y las ESENCIAS. Pero el espíritu de Sifrido el Piloso, padre espiritual de la Patria, no está satisfecho. Exige a Tarat mayores niveles de Independencia e Identidad...

No recordamos cómo eran los panfletos satíricos, por lo que no podemos comparar las habilidades de Abreu con los maestros de antaño: para juzgar a los últimos con propiedad, nos falta conocer el contexto. Supongo que esta obra regocijará a los desafectos a los procesos de Construcción Nacional, y probablemente lograría enojar al imitador de Tarat en el mundo real (si llegara a leerlo alguna vez). Pero mucho me temo que su escritura haya sido un esfuerzo inútil, dadas las condiciones objetivas.

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Ocho millones de historias

Enric González
Historias de Nueva York
RBA, 2006. 143 páginas
ISBN 84-7871-690-4

El lunes es un buen día para comprar EL PAíS. Menos abrumador que la edición del domingo, suele contar con dos buenos alicientes para el lector: la columna de última página de Eduardo Mendoza, y cuando hay fútbol en Italia las Historias del Calcio de Enric González, corresponsal en Roma del diario. Un regalo para aquellos que apreciamos tanto la vertiente humana del fútbol, como la mística del perdedor (González es un hincha acérrimo del Inter de Milán, cosa nada fácil dado el desastroso historial de los de la camiseta azul y negra).

Hace más de veinte años González era corresponsal en Nueva York (y en consecuencia, seguidor acérrimo de los Mets). Pero Historias de Nueva York no es sólo una crónica de la vida de un corresponsal en la capital oficiosa del mundo, sino un sentido homenaje a tres compañeros de profesión. Pues nuestro recuerdo de una época, de un lugar, muchas veces queda marcado por el recuerdo de los que no están entre nosotros. Apreciarán este libro los seguidores de Historias del calcio, que deberían ser todos los que tienen el vicio de leer el periódico a pesar de todo. También harán bien en leerlo quienes visiten Nueva York. Conocerán algunos lugares que probablemente no salen en las guías, y que sin duda conviene visitar.

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