martes, enero 03, 2006

In the cage

Michel Foucault
Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión
Siglo XXI editores.
Traducción de Aurelio Garzón del Camino
Título original: Surveiller et punir
ISBN 968-23-0117-3
314 páginas



El panóptico de Bentham


Vigilar y castigar suele aparecer en los medios de comunicación cuando se abre, por enésima vez, el debate sobre el sistema penitenciario. La tesis de Michel Foucault es que la prisión es una más de las instituciones disciplinarias de la sociedad, cuya misión fundamental es crear y controlar al delincuente a partir de los infractores de la ley. Según Foucault, la trayectoria vital del delincuente está controlada por el sistema disciplinario:


"La vigilancia policiaca suministra a la prisión los infractores que ésta transforma en delincuentes, que además de ser el blanco de los controles policiacos, son sus auxiliares[en forma de soplones, informantes y hombres de mano], y estos últimos devuelven regularmente algunos de ellos a la prisión" (p. 287).


Así, tal como indica Antonio Escohotado en El espíritu de la comedia, la sociedad está dividida en dos grupos: por un lado policías y delincuentes, y por el otro el resto de ciudadanos. La policía utiliza a los delincuentes para controlar a los otros delincuentes, y en ocasiones como observatorio político: recuérdese, por ejemplo, el papel de individuos como Suárez Trashorras y Rafá Zouheir en la ceremonia de la confusión en torno a los acontecimientos del 11-M.

Pero la aportación más relevante del libro es, sin duda, el estudio histórico de la creación de las disciplinas como herramientas de acumulación de saber (vigilancia) y poder (capacidad de castigar) sobre la población. Los primeros pasos para la creación del poder disciplinario se dan a finales de siglo XVIII, con los éxitos del ejército de Federico de Prusia en el campo de batalla. La necesidad de disciplinar volúmenes crecientes de población obliga a extender el modelo del ejército prusiano a la escuela (Juan Bautista La Salle es el creador del régimen disciplinario escolar), el hospital (la aparición de la psicología y la psiquiatría, así como el concepto de normalidad, no son ajenos a esta tendencia), el ejército y la fábrica (aquí el autor fundamental es Frederick Winslow Taylor, creador de la organización industrial). Poco a poco se va extendiendo a cada vez más esferas sociales el modelo del panóptico, la instalación arquitectónica que permite establecer a un coste mínimo un control absoluto de gran número de individuos.

Aunque el análisis de Foucault es aplicable, en sentido estricto, a la sociedad francesa de la primera mitad del siglo XIX, sigue siendo una herramienta útil para analizar la sociedad actual (considerénse los hechos expuestos más arriba acerca del 11-M, la creciente intromisión de la clase médica en la vida privada, la organización de la educación a partir de exámenes y asignaturas, la exhibición del poder de vigilar y castigar como espectáculo en programas como Gran Hermano, etc.). Sin embargo, un análisis completo del actual estado de cosas debería incluir, entre otras cuestiones, el papel de la propaganda (desarrollada como tecnología disciplinaria en Alemania en los años treinta) y el concepto de sociedad del espectáculo.

1 Comments:

Blogger Jove Kovic said...

Me cago en Derecho. Querría decir algo más constructivo, pero no me sale. Lo siento.

7:45 a. m.  

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