lunes, marzo 17, 2008

Crónicas de la Guerra Civil

Ksawery Pruszyński
En la España roja
Alba, 2006. 462 páginas
ISBN 84-8428-324-0
Traducido del polaco por Katarzyna Olszewska Sonnenberg y Sergio Trigán
Título original: W czerwonej Hiszpanii

Decía Haro Tecglen que la noticia más fiable era aquella que recibíamos primero, inmediatamente después de producido el suceso. Pues después hay tiempo para modular el mensaje y considerar los propios intereses, y la información se convierte en propaganda. Desde este punto de vista, En la España roja es un libro valioso: se trata de un libro compuesto a partir de las crónicas sobre la Guerra Civil española enviadas por el autor a Wiadomosci Literackie (Noticias Literarias) entre 1936 y 1937, publicado en 1937. Pruszyński envía crónicas desde el terreno en Barcelona, Madrid y el País Vasco. El libro incluye además una entrevista hecha en París al doctor Marañón y unas reflexiones sobre el papel de las potencias europeas en la Guerra Civil. Sus mayores simpatías son para el gobierno del lehendakari Aguirre, el más afín a sus convicciones. Pruszyński fue un nacionalista católico, lo cual no le impidió, después de la segunda Guerra Mundial, servir a Polonia como embajador.

La visión del autor es necesariamente sesgada, y a veces algo esquemática, pero su inmediatez permite hacerse una idea diferente de la que suele suministrar, aún hoy, la propaganda de uno y otro bando. Leyendo a Pruszyński, llegamos a la conclusión de que pocos, muy pocos, permanecieron leales a la República Española.

Etiquetas:

3 Comments:

Blogger J. A. Montano said...

Con esta posibilidad que nos ofrece el Google de los rebotes internéticos, acabo de leer su comentario del 29 de diciembre de 2005 y lo he mencionado en mi blog:

http://joseantoniomontano.blogspot.com/2008/03/heineken.html

Gracias! (Por más que le saramaguismo debilite!)

3:28 a. m.  
Blogger SallanWorld said...

Aunque todos le seguimos con fruición por aquí, debe agradecer el comentario a Micheleen Flynn, bloguero durmiente, fumador de Ducados compulsivo y lector empedernido.

Gracias por la mención, y tenga cuidado: como decía José María García, el halago debilita...

8:51 p. m.  
Blogger J. A. Montano said...

En efecto, el halago debilita. Y, añadía García, el halago absoluto debilita absolutamente. Lo sé, lo sé...

8:22 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home