domingo, octubre 30, 2005

¡Duro con ellos, Clandestino!

Clandestino Menéndez
Cuadernos Críticos
Prólogo de Montero Glez
Editorial Literaturas Com Libros, Colección cuadernos críticos
ISBN 84-609-2567-6
Disponible exclusivamente aquí.

Esta obra agavilla (como diría el crítico Sáenz Villanueva) diez críticas a otras tantas novelas de autores contemporáneos, siete españoles y tres extranjeros:


  • Dos mujeres en Praga, de Juan José Millás

  • La canción de Dorotea, de Rosa Regás

  • Melocotones helados, de Espido Freire

  • Últimas noticias del paraíso, de Clara Sánchez

  • Madrid, tribu urbana, de Francisco Umbral

  • De todo lo visible y lo invisible, de Lucía Etxebarría

  • Velódromo de invierno, de Juana Salabert

  • El código da Vinci, de Dan Brown

  • El alquimista, de Claudio Coelho

  • El club Dante, de Matthew Pearl



Con dos excepciones, Clandestino utiliza la técnica de la crítica acompasada: el crítico comienza a leer el libro, y en el momento en que ve algo reseñable (la mayoría de las veces algo reprobable, a veces algún acierto), lo anota y lo incorpora a la crítica. El resultado final es una selección de las impresiones más relevantes que el crítico ha ido anotando, referenciadas por su número de página, y una valoración final de la calidad literaria de la obra.

Como puede verse, Clandestino selecciona obras de gran éxito comercial, o galardonadas con premios literarios tales como el Planeta, el Alfaguara y el Biblioteca Breve. El tono de las críticas es demoledor, como no podría ser de otra manera, dados los autores que figuran en la lista. Basta con abrir una página al azar para darse cuenta del tono general de la obra. Veamos, por ejemplo, un fragmento de su crítica a Lucía Etxebarría:

En primer lugar, que Lucía se califique de artista de vanguardia es para echarse las manos a la cabeza y que, como consecuencia de ello, el libro caiga por el inodoro.

Como el mundo literario es pequeño y el poder de los editores es sólo parejo a su legendaria avaricia, visto el tono de la crítica está plenamente justificado que el autor escriba con pseudónimo.

La lectura de estas críticas provoca gran diversión (y a carcajadas en muchos momentos), sobre todo en aquellas malas personas, como el que esto escribe, que detestan positivamente este tipo de literatura. Quizá conviene que alguien lea diez libros como los de la lista y escriba un libro de 250 páginas para mostrar que el mal principal de gran parte de la literatura de entretenimiento no es precisamente su falta de ambición literaria, sino su mala calidad: gran parte de estos autores han leído poco y están próximos al analfabetismo funcional (joder, Espido, no escribas "los cambios que la guerra había infringido a Desrein"), tienen una formación muy deficiente y nula experiencia vital. Sin embargo, quien critica debe vigilar mucho lo que escribe. Lamento tener que decir a Clandestino que:


  1. En la página 190, Clandestino dice: "(...) esta otra frase, tomada, como la anterior, a boleo". Me temo, y espero de todo corazón equivocarme, que se escribe "a voleo"...

  2. En la página 27, Clandestino nos dice: "A Unamuno, cuando en novelas como Niebla se le revelaban los personajes". Por lo que recuerdo, lo especial de Niebla era que los personajes se rebelaban contra el autor...

  3. Contra lo que piensa Clandestino, Espido Freire no ha debido tomarse la molestia de inventarse el territorio del Duino. Espido sería incapaz de semejante cosa. Al parecer, ya existe. Anda entre Italia y Eslovenia, cerca de Trieste.

  4. Es conveniente vigilar la acentuación: en la página 149 podemos leer: "no encuentro, de verás digo", y en la página 180 "que una autora con 200.000 ejemplares afronté con el histerismo". Parece que la extendida creencia de que para no cometer faltas de ortografia basta con pasar el corrector del Word no está del todo justificada.



Como ars longa, vita brevis, supongo que Clandestino no se dedica ya a estos menesteres. Sin embargo, me congratularía de que así fuera, y para animarle, le propongo algunas obras para ser criticadas en el futuro:


  1. Un calor tan cercano, de Maruja Torres

  2. La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón

  3. Déjame que te cuente, de Jorge Bucay

  4. La tempestad, de Juan Manuel de Prada

  5. Pura vida, de José María Mendiluce

  6. sushi para principiantes, de Marion Keynes

  7. El librero de Kabul, de Asne Seierstad

  8. La pasión turca, de Antonio Gala

  9. La hija del caníbal, de Rosa Montero

  10. Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez

  11. Las mujeres que hay en mí, de Maria de la Pau Janer



P.S. Tengo serias dudas sobre la integridad física de Clandestino, pues es fácilmente identificable en el prólogo. Alguien debería explicar a Montero Glez las herramientas que hay hoy en día en Internet para buscar cualquier cosa...